LA SEMANA TRAGICA DE BARCELONA
"Los
hechos se iniciaron el 26 de julio de 1909 con una huelga general
organizada como protesta por el envío de obreros en edad militar a
Marruecos para combatir en una impopular guerra colonial, injusticia muy
extendida en aquella época imperialista y denunciada repetidamente en los
congresos de la II Internacional. Pero en Barcelona, ilógicamente, la huelga
se convirtió, en veinticuatro horas, en un feroz ataque contra la propiedad
del clero. Fueron incendiados cuarenta conventos y doce iglesias
parroquiales, y murieron un sacerdote, un
hermano marista y un
franciscano. En menor escala, estos hechos se repitieron en toda la
provincia y también en Gerona y Tarragona. la amenaza el orden establecido
que supuso la Semana Trágica desencadenó una duera
represión por parte del gobierno, y ambas acciones afectaron profundamente
la dinámica de la política y de las relaciones trabajo-capital".
Ioan CONNELLY ULLMAN, "La Semana Trágica",
Ariel, Barcelona, 1972, p. 13
En
1909 reinaba en España el joven Alfonso XIII. El país era una monarquía
parlamentaria, reglada por la Constitución de 1876, en donde el parlamento
se elegía por sufragio universal (desde 1885). Pero bajo esta apariencia
democrática se agazapaba un sistema oligárquico controlado por dos partidos
dinásticos, el liberal y el conservador, que desde 1881 se turnaban en el
poder, mediante un sistema de elecciones amañadas gracias a los caciques
locales. Este sistema había dado muestras de debilidad tras la crisis
internacional de 1898. La convulsión social e intelectual que produjo la
pérdida de las colonias fue el origen de un movimiento intelectual conocido
como regeneracionismo y del que Joaquín Costa será su máximo exponente.
Este movimiento se transmitió a la política en donde se trató de reformar
el corrupto sistema electoral.
Las
medidas regeneracionistas no atacaron la raíz del problema. El sistema
estaba montado para que la oligarquía (alta burguesía, aristocracia,
ejército e Iglesia) se mantuviera en el poder con independencia de la
voluntad popular y contra esto no se fue. El régimen va a comenzar su
decadencia originada por:
*
Falta de líderes carismáticos al
frente de los partidos dinásticos. Antonio Maura en el partido conservador
y José Canalejas en el liberal no van a tener la altura de Cánovas
(asesinado en 1897) y Sagasta (muerto en 1903).
*
Intervencionismo de Alfonso XIII. Su
pretensión de influir en las decisiones políticas va a ser la responsable
de graves crisis.
*
Descontento del ejército. El miedo
del gobierno a un golpe de Estado había provocado la promulgación de la Ley
de Jurisdicciones (sometimiento a la justicia militar de los implicados en
delitos contra la patria y el ejército), produciéndose una intromisión
militar en la vida política y civil.
En
este contexto se va a producir un grave conflicto colonial en Marruecos.
Desde 1906 España tiene la tutela del Norte de este país (Conferencia de
Algeciras), lo que va a provocar reacciones xenófobas contra la presencia
española en la zona. Tribus rifeñas atacan las obras del ferrocarril minero
en torno a Melilla. El gobierno conservador de Antonio Maura decide ordenar
al ejército la protección de estas obras. La resistencia rifeña y los
desastres militares (derrota del Barranco del Lobo en el macizo del Gurugú) obliga al envío de reservistas a la zona.
El
envío de estos jóvenes, muchos de los cuales ya había formado familia y
tenían trabajo, va a soliviantar a gran parte de la población,
especialmente de clase baja (la mayor parte de los soldados pertenecían a
este grupo social, pues era posible librarse del servicio militar pagando
una redención en metálico), animados por grupos republicanos y del
movimiento obrero. La salida de estos reservistas debía hacerse desde el
puerto de Barcelona, y aquí las organizaciones obreras y lerrouxistas van a convocar una huelga general el 26 de
julio de 1909. Junto con la huelga se convocan manifestaciones que van a
degenerar en una insurrección popular con un carácter antimilitarista y
anticlerical. Maura proclama el "estado de guerra" y ordena la
represión militar de la protesta popular. Es lo que se conoce como SEMANA
TRÁGICA, que ocasionó 100 muertos y 500 heridos. Cuando el gobierno
consigue controlar la situación se pone en marcha un duro y cruel proceso
represivo que culmina con múltiples ejecuciones, entre otras la de Francesc
Ferrer i Guardia. Esto va a provocar el desprestigio del gobierno y de la
monarquía, causando la dimisión de Antonio Maura, que será sustituido por
el liberal José Canalejas en 1910.
La
Semana Trágica será la primera gran crisis del reinado de Alfonso XIII, y
va a marcar el inicio definitivo de la decadencia del sistema que culminará
en 1923.
Centenario Semana Trágica: https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0BxolbZDtPTaWOGNjZWRlOWMtOTgzNS00ZTRhLTgyMDMtMzkyMWY3ZjQ5MTk3&hl=es
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